AVISO:

El único propósito de estas publicaciones es dar información sobre rutas de senderismo. CUALQUIER PERCANCE O ACCIDENTE QUE PUDIERA PRODUCIRSE ES RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DE QUIEN DECIDA EMPRENDERLAS.

Peña Rasgada, Santa Águeda y monte Arburu

      Esta semana os propongo ascender los montes Arburu y Santa Águeda visitando Peña Rasgada, una excursión de unos 7 kilómetros ida y vuelta.

     Desde el pueblo de Atauri (coordenadas aparcamiento: 42.72627, -2.42641) tomamos el camino asfaltado ascendente que sale del pueblo en dirección norte hacia el depósito de aguas. Pronto, el camino dejará de estar asfaltado y, a la altura de la captación de agua, dejará de ser camino para pasar a ser sendero que asciende paralelo al cauce del arroyo la Tobera. Aun así, no tiene pérdida, pues se trata de una PR (señalizada con marcas blancas y amarillas).

     Tras algo más de 1 kilómetro de fuerte ascensión, encontramos un poste de señalización (el de la foto). Debemos tomar hacia la derecha, en dirección Arburu, sin abandonar la PR. A unos 300 metros de trayecto casi horizontal llegamos a nuestro primer objetivo: el cortado de Peña Rasgada (coordenadas 42.72861, -2.42091), un conjunto de pequeñas cavidades digno de explorar, fruto de la erosión en la pared del monte del mismo nombre.

     A partir de aquí, la propia PR nos conduce sin dificultad hasta la cima del monte Santa Águeda (1041 m., coordenadas 42.72564, -2.41270) y, poco después, a la del monte Arburu (1048 m., coordenadas 42.72778, -2.41045), el más alto de la sierra, que podemos reconocer por el poste geodésico. La forma y los restos de la cadena del buzón montañero me hacen pensar que se trataba de otra de las campanas que coronan varias cumbres de esta sierra.

     Disfrutad de la excursión y, como siempre, no olvidéis respetar las formaciones y a los habitantes de la oscuridad. ¡Hasta la próxima semana!

NOTA: Las coordenadas son WGS84 (EPSG:4326), el sistema en que se basa el GPS y el que usa Google Maps (podéis copiarlas y pegarlas directamente en Google Maps tal como están escritas).

Cascada del arroyo La Tobera

Atauri

Atauri, cada vez más empequeñecido a medida que ascendemos.

Poste de señalización: debemos tomar dirección a Arburu.

Cortado de Peña Rasgada. El antiguo colapso de la pared ha dejado al descubierto
un buen número de recovecos y pequeñas cavidades dignas de explorar.





Pequeña cueva, tal vez la mayor de este lugar.

Diversas formaciones. 




Vista desde la boca de la cueva. Al fondo, la antigua mina de Asfaltos de Maeztu.

Continuamos la PR en dirección al monte Arburu

Un estrecho paso nos aleja de las cavidades de Peña Rasgada 

Un estrecho paso donde, incluso, tendremos que agacharnos.


Peña Rasgada desde el cortado de enfrente.

La PR nos lleva a Santa Águeda por el mismo borde del precipicio.

No hay buzón en la cumbre del Santa Águeda. Para encontrarla deberemos guiarnos
por las coordenadas.


Cumbre del monte Arburu, el más grande de la sierra.

La curiosa forma del buzón hace pensar que fue una de la características campanas
que jalonan varios de los montes de esta sierra.


Peñalascinco y la cueva del Ángel

      Esta semana os propongo ascender a Peñalascinco, en la Sierra de Arburo, una excursión de unos 4 kilómetros ida y vuelta y casi 300 metros de desnivel.

     Desde el pueblo de Atauri (coordenadas aparcamiento: 42.72627, -2.42641) tomamos el camino asfaltado ascendente que sale de la localidad en dirección norte hacia el depósito de aguas. Pronto, el camino dejará de estar asfaltado y, a la altura de la captación de agua, pasará a ser un sendero que asciende paralelo al cauce del arroyo la Tobera. Aun así, no tiene pérdida, pues se trata de una PR (señalizada con marcas blancas y amarillas).

     Tras algo más de 1 kilómetro de fuerte ascensión, encontramos un poste de señalización (el de la foto). Debemos tomar hacia la izquierda, en dirección a Peña Obi. Sin embargo, a unos 30 metros salimos por otro sendero menos marcado que nos llevará en dirección oeste por el cresterío hasta Peñalascinco (coordenadas: 42.73259, -2.42840) en apenas 500 metros.

     Además de disfrutar de unas vistas maravillosas, lo curioso de este monte son las campanas con sus martillos que lo coronan (en realidad, la cumbre del monte se encuentra unos 70 metros más al norte). El buzón montañero se encuentra en una puerta en la pared rocosa a pocos metros de las campanas.

     A poca distancia se encuentra la cueva del Ángel que también podemos visitar, aunque, personalmente, no me pareció de gran interés (¡OJO!: el acceso a la cueva es un tanto delicado; no lo recomiendo con niños). Para ello hay que bajar por la escalera de hierro que hay junto a la cruz y seguid un sendero descendente de fuerte pendiente que nos llevará hasta la misma cueva (coordenadas: 42.732660, -2.428677), justo debajo de las campanas (hay un par de carteles indicando la dirección).. Desde ahí, además de ver la gruta, podemos continuar unos metros para asomarnos al cortado.

     Disfrutad de la excursión y, como siempre, no olvidéis respetar las formaciones y a los habitantes de la oscuridad. ¡Hasta la próxima semana!

NOTA: Las coordenadas son WGS84 (EPSG:4326), el sistema en que se basa el GPS y el que usa Google Maps (podéis copiarlas y pegarlas directamente en Google Maps tal como están escritas).

Huertas en Atauri junto al camino de subida. 

Cascada del arroyo La Tobera

Arroyo La Tobera: captación de agua para Atauri.

Vista de Atauri desde el camino de subida.

Al llegar a este poste, tomar la senda hacia Peña Obi. Apenas 30 metros después
la abandonaremos para seguir junto al cortado. 

Los claros y el matorral se alternan por toda la sierra.


En primavera, las flores colonizan los prados.

Los verdaderos pobladores de la montaña.

Atauri desde el cortado.

Ventana natural junto al precipicio.

La misma ventana desde más cerca; resulta que es doble.

Vista desde el cortado en dirección a Peñalascinco. Al fondo,
Apellaniz y el bosque de Izki.

Curiosa cruz montañera: dos peculiares campanas con sendos martillos a modo de badajos.

El centinela de la sierra.

Para acceder a la cueva, bajar por la escalera metálica un continuar la de fuerte pendiente
que se ve a la izquierda de la foto.

Una de las pocas señales que nos confirman que vamos bien encaminados.

La boca de la cueva.


No hay formaciones en esta cueva. Lo más que encontraremos son los excrementos
del ganado que la usa como refugio.

Pocos metros más allá de la cueva encontramos espectaculares
vistas del abismo.




Cueva de Lazalday

      Esta semana os propongo una ruta circular desde Zárate a la cueva de Lazalday, un paseo circular de unos 2 kilómetros y medio.

     La cueva de Lazalday es una de las cavidades más extensas del macizo del Gorbea (más de un kilómetro y medio de galerías), con extrañas formaciones tanto aéreas como subacuáticas, fauna cavernícola y otros tesoros dignos de protección. Y desde luego que están protegidos, pues una reja metálica nos impide adentrarnos más allá de los 30 primeros metros…, ¡afortunadamente!

     Partimos desde el lavadero del pueblo de Zárate (coordenadas 42.96558, -2.78708) y tomamos el camino ascendente que sale del pueblo en dirección al Gorbea (norte). En unos 100 metros encontramos una verja metálica y, al otro lado, una pista. Tomamos la pista a mano derecha. En apenas 20 metros se bifurca; tomamos entonces el ramal de la izquierda, el más marcado y de mayor pendiente ascendente.

     A los 300 metros aproximadamente (coordenadas 42.96976, -2.78877) encontraremos un desvío, un camino ascendente dirección noroeste. Lo seguimos. Llegaremos a un prado y, más adelante, a un segundo prado, más extenso, desde el que se puede ver el poste geodésico que marca la cumbre de la Llana. ¡Solo nos quedan unos 300 metros!

     Si nos fijamos bien, la campa en la que nos encontramos se inclina hacia el noroeste formando la cabecera de una cuenca. Bajamos hacia el bosque siguiendo la vaguada de esa cuenca, donde encontraremos, además de la cueva, algunas simas y dolinas del mismo sistema. Por si acaso, usad el GPS (coordenadas de la cueva: 42.97126, -2.79364), no sea que os metáis en una sima.

     La cueva se encuentra en el fondo de una dolina repleta de vegetación, tanto que puede dificultar acercarse, al menos en primavera. Nada más entrar hay un muro y dos piedras verticales que marcaban una antigua puerta. El suelo es el cauce de un arroyo (cuidado si se prevé lluvia), y el techo y las paredes se encuentran recubiertos de oro y plata como si del hogar de una lamia se tratase; pero no os frotéis las manos: es solo una ilusión, un efecto causado por la refracción de nuestra luz en las gotitas de agua. Así que, como sucede en las leyendas, si intentáis sacarlos de la cueva, el oro y la plata se convertirán en “carbón”.

     Para regresar tomaremos un camino bien marcado que encontraremos bajando (al oeste) a unos 30 metros de la cueva. Lo tomamos a mano izquierda (suroeste). A unos 300 metros saldremos del bosque y nos encontraremos en una campa (coordenadas: 42.96816, -2.79740), donde el camino vira a la izquierda (sureste); para regresar a Zárate solo tenemos que continuar por él, que nos llevará de regreso a la verja metálica.

     Disfrutad de la excursión y, como siempre, no olvidéis respetar las formaciones y a los habitantes de la oscuridad. ¡Hasta la próxima semana!

NOTA: Las coordenadas son WGS84 (EPSG:4326), el sistema en que se basa el GPS y el que usa Google Maps (podéis copiarlas y pegarlas directamente en Google Maps tal como están escritas).

Lavadero de Zárate: punto de partida

Zárate desde la distancia

Paso canadiense: tomar hacia la derecha y después el ramal de la izquierda (por donde
sube la gente de la foto)

Aquí abandonamos la pista señalizada hacia el Gorbea y tomamos este camino

Desde este prado nos dirigimos al bosque de cipreses (al fondo a la izquierda), donde pronto
encontraremos un segundo prado.  

Desde este segundo prado deberemos internarnos en el bosque a la altura de
la incipiente vaguada (en el centro de la foto).

Una de las simas del sistema de Lazalday

Boda de la cueva. En primavera la vegetación puede complicar el acceso.

Boca de la cueva.

Restos del muro a la entrada de la cueva.

Dos grandes piedras delimitaban el acceso a la gruta.

El "oro" y "la plata" tapizan aquí y allá el techo y las paredes de la cueva.

Vía de acceso a las profundidades de la cueva.

Fin de la exploración

Camino de regreso a Zárate, a pocos metros ladera abajo de la cueva.

Al llegar a esa campa hemos de torcer a la izquierda.

Pinares en el camino de retorno.


Ponis tras un vallado en el camino de retorno.





Mágica luz del sol a través de las hojas de un castaño.