Pateando Álava: Zaldiaran y ventana de Ogabe

Esta semana os propongo ascender al Zaldiaran visitando la ventana de Ogabe, una excursión de unos 12 km. ida y vuelta.

Partimos desde el aparcamiento sito en la calle Santa Eulalia, junto un parque de columpios, en el límite del pueblo de Berrostegieta (coordenadas aparcamiento: 42.810532, -2.711397), de donde parten dos caminos. Tomamos el de la derecha (oeste), el que sería la continuación de la calle Santa Eulalia, que poco a poco irá girando hacia el sur. Al cabo de kilómetro y medio cruzamos un pequeño riachuelo al tiempo que el camino gira bruscamente hacia el norte (coordenadas: 42.808447, -2.724217). En ese momento abandonamos el camino y tomamos una senda a mano izquierda (sur) que, apenas 50 metros más adelante, desemboca en una nueva pista agrícola (coordenadas: 42.808079, -2.724520).

Seguimos la pista en dirección sur (izquierda) hasta el punto de coordenadas: 42.804387, -2.727647, donde tenemos que tomar el ramal izquierdo. Más adelante (coordenadas: 42.798472, -2.729418) nos cruzaremos con un sendero muy bien marcado que, siguiéndolo hacia la derecha (suroeste), nos llevaría cómodamente a la cumbre del Zaldiaran. Pero nosotros no vamos a subir aún; antes vamos a buscar la ventana de Ogabe, así que continuamos rectos, en dirección sureste.

El camino desciende fuertemente hacia la carretera A-3102. Antes de llegar (coordenadas: 42.796764, -2.726167) lo abandonamos por la derecha y buscamos monte a través las coordenadas de la ventana de Ogabe (42.795260, -2.727602).

La ventana de Ogabe es una pequeña cueva artificial en medio de una pared rocosa vertical; pese a la altura, una corta senda permite un acceso bastante cómodo. Su origen parece remontarse a la Edad Media, obra de algún eremita. Si nos acercamos podremos ver restos de una antigua pared de piedra, así como pequeñas oquedades en la pared junto a la entrada donde, a buen seguro, se asentaba una puerta. Dentro, el habitáculo se mantiene perfectamente seco, y en una de las paredes encontramos excavada en la roca una pequeña repisa donde, acaso, en tiempos lució la lamparilla de algún solitario monje.

No es esa cueva el único vestigio humano del lugar. Si recorremos la base del roquedal encontraremos a pocos metros dos paredes casi completamente lisas y verticales que se juntan en escuadra formando una esquina casi perfecta. Y en esa esquina aún se ven los huecos excavados donde asentaron las vigas de un antiguo tejado ahora inexistente.

Ya solo nos queda subir al Zaldiaran. La manera más sencilla es subir directos la fuerte pendiente de ladera donde nos encontramos. Una vez en la cresta (coordenadas aproximadas: 42.795260, -2.727602) encontramos una senda entre pinos que seguimos hacia la derecha (oeste) y que, en apenas 50 metros, nos deja en la carretera que sube al repetidor del Zaldiaran.

Una vez en la carretera (coordenadas: 42.794129, -2.728545), basta con seguirla hacia arriba (oeste) y en un kilómetro estaremos en la verja de entrada al repetidor. Para llegar a la cima (coordenadas: 42.794685, -2.736513) basta con continuar unos metros más por el corto camino que rodea el repetidor.

Disfrutad de la excursión y… ¡hasta la próxima semana!

NOTA: Las coordenadas son WGS84 (EPSG:4326), el sistema en que se basa el GPS y el que usa Google Maps (podéis copiarlas y pegarlas directamente en Google Maps tal como están escritas).