Esta semana os propongo ascender al
Butxisolo (Treviño) visitando la sima de Okina, una excursión de unos 6 km. ida
y vuelta.
Desde el aparcamiento del pueblo de Okina
(coordenadas: 42.762449, -2.587507) avanzamos unos 100 metros en dirección
este. En ese punto (coordenadas: 42.762357, -2.586597) giraremos a la derecha
(sur), en dirección a Sáseta como nos indica un poste de señalización. Estamos
en la GR38, la ruta del vino y del pescado
A los 100 metros, apenas salimos del
pueblo (coordenadas: 42.761124, -2.586521), abandonamos la GR y tomamos una
pista que parte a mano izquierda. Esta pista gira a la izquierda apenas 100
metros después, mientras que un camino menos marcado, que NO debemos seguir,
continúa recto hacia el sur; en ese punto (coordenadas: 42.70497, -2.585941)
debemos tomar el ramal de la izquierda.
A medida que ascendemos podemos disfrutar
de las vistas del pueblo de Okina que, poco a poco, se va empequeñeciendo a
nuestros ojos. Pronto nos encontraremos con otra bifurcación (coordenadas: 42.762700,
-2.578466). No importa qué ramal tomar, pues ambos se unen poco después.
Poco después, en una curva (coordenadas: 42.761124,
-2.586521), abandonamos la pista para tomar un empinado sendero a mano
izquierda. Tras unos 50 metros de fuerte subida, nuestro sendero nos deja junto
a una senda (coordenadas: 42.764710, -2.574020), que deberemos seguir hacia la
izquierda (oeste).
En el punto de coordenadas: 42.764954, -2.575859
abandonamos la senda y bajamos unos 20 metros a la izquierda, donde
encontraremos la alambrada que protege la sima de Okina (coordenadas: 42.764822,
-2.575784). Se trata de un vallado que no cierra por completo el acceso a la
sima, sino que deja un hueco para que nos podamos acercar; ¡eso sí, con sumo
cuidado!
Desde el borde podemos llegar a ver el
fondo gracias a la luz que entra por su boca. Se trata de un pozo en forma de
campana de unos 30 metros de profundidad, un impresionante abismo que ha sido
fuente de numerosas leyendas desde siglos atrás, como las de pastores que
cayeron a la sima y salieron milagrosamente porque invocaron a la Virgen, u
otras que hablan de la existencia de un tesoro en su interior, o incluso de un
becerro de oro.
Después de la visita, retomamos la senda
hacia la derecha (este) deshaciendo parte del trayecto andado. Enseguida nos
encontraremos con un camino (coordenadas: 42.763662, -2.572622) que seguiremos
a mano derecha hasta encontrarnos con la pista que habíamos seguido desde Okina.
Pero aún no es momento de regresar, así que continuamos subiendo en dirección
este por una senda que se ve junto al riachuelo (barranco de Liceranas) hasta
llegar al nacedero (coordenadas: 42.762386, -2.570299).
A partir de ahí subimos monte a través por
la vaguada y, después, a derecho por el hayedo buscando la cima en dirección
este. No hay una senda fácil de encontrar, así que os pongo como referencia el
punto 42.762194, -2.569241 (a mitad de subida) y el punto 42.761692, -2.565160
(donde termina el hayedo).
Este último punto marca el inicio de una
amplia planicie con algunos árboles y grandes claros. ¡Ya estamos en el
Butxisolo! Ahora se trata de seguir el sendero que se tiende ante nuestros pies
hasta alcanzar la parte más alta de la planicie, la ansiada cumbre
(coordenadas: 42.760773, -2.561732).
Disfrutad de la excursión y… ¡hasta otra
semana!
Okina desde el camino de subida. |
Prados en la ladera de la Peña del Silo |
Cartel de advertencia junto a la sima (silo) de Okina |
Sima de Okina |
Detalle del fondo de la sima |
Boca de la sima |
Otra vista del fondo del silo |
Nacedero |
Precioso hayedo en la ladera del Butxisolo |
El Butxisolo culmina en una larga llanura en la que deberemos encontrar el punto más alto. |
Mariposa libando en un eguzkilore |
Cima (casi llana) y buzón montañero del Butxisolo |