Esta semana os propongo visitar la
surgencia de Karakautza y varios sumideros; y, de
paso, los búnkeres de Ketura, una excursión de unos 8 km. ida y vuelta y unos
200 metros de desnivel.
Parte
1ª: hasta la surgencia
Partimos del aparcamiento situado en el
Km. 20,5 de la N-240, a kilómetro y medio al norte de Ollerías (coordenadas: 43.002864,
-2.677302), donde veremos un poste que nos indica que estamos la GR 25.
Cruzamos la carretera y seguimos la GR (señalizada con marcas rojas y blancas)
en dirección a Etxaguen. El problema es que, a veces, se hace difícil encontrar
las marcas, así que, por si acaso, podéis seguir los siguientes puntos
intermedios:
+ 43.003041, -2.678276: a solo 100 metros
del parking. Nada más cruzar el portón, girar a la izquierda.
+ 43.002821, -2.681241: la senda abandona
por la derecha la orilla del riachuelo y sube por la cuesta.
+ 43.003621, -2.682493: llegamos a un
camino que tenemos que seguir hacia la izquierda.
+ 43.003378, -2.682887: llegamos a una
pista y tomamos hacia la izquierda.
Unos 50 metros después (coordenadas: 43.003122,
-2.683126) llegamos a un cruce. Mientras que la GR continúa hacia la derecha,
nosotros seguiremos el ramal izquierdo, que nos llevará directamente a los
búnkeres de Ketura en poco más de 500 metros (coordenadas: 43.999872, -2.681106).
Se trata de dos nidos de ametralladoras del ejército republicano construidos en
hormigón en marzo de 1937. En ellos se conservan aún decenas de inscripciones
que realizaron los propios combatientes cuando el cemento estaba todavía
fresco. Muchas de ellas requieren de equipos fotográficos y de iluminación
específicos para poderlas leer, mientras que otras se leen sin dificultad.
Regresamos al punto donde habíamos
abandonado la GR (coordenadas: 43.003122, -2.683126) y, esta vez sí,
continuamos por ella (ramal izquierdo). Tras medio kilómetro llegaremos a una
línea de alta tensión. En ese punto, la pista gira a la izquierda e,
inmediatamente, se bifurca sin que esté claro el ramal a seguir; pues bien,
deberemos tomar el ramal de la derecha, el que sube la cuesta y se interna en
el bosque de cipreses (coordenadas: 43.003809, -2.687419).
En el punto 43.003322, -2.694155, nos
cruzamos con una nueva pista que no hemos de seguir, ni hacia la derecha ni
hacia la izquierda, sino que debemos continuar de frente por una senda que
parte de ahí, abandonando definitivamente la GR. Esta senda nos llevará, en
poco más de un kilómetro, al río Siskina (o Kumoste),
que deberemos vadear. Una vez lo hayamos cruzado, abandonamos la senda y
caminamos junto a la orilla unos 100 metros aguas arriba, donde encontraremos
la surgencia de Karakautza (coordenadas: 43.007650, -2.700973), una cueva de la
que mana el agua del riachuelo. Podemos intentar entrar por ahí, aunque tenemos
otra opción, y es que, pocos metros más arriba, existe una segunda boca de
acceso bastante cómodo salvo por las zarzas y ortigas (coordenadas:
43.007716, -2.700966).
Después de explorar la surgencia, nos
ponemos de nuevo en marcha. Aún nos quedan varias cuevas y sumideros por
visitar, pero eso… lo dejaremos para la próxima publicación.
Disfrutad de la excursión y, como siempre,
no olvidéis respetar las formaciones y a los habitantes de la oscuridad. ¡Hasta
otra semana!
NOTA:
Las coordenadas son WGS84 (EPSG:4326), el sistema en que se basa el GPS y el
que usa Google Maps (podéis copiarlas y pegarlas directamente en Google Maps
tal como están escritas).
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Pista a los búnkeres |
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Poste de señalización de los búnqueres |
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Acceso al primer fortín |
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Interior del fortín, usado como nido de ametralladoras. |
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Inscripciones de la época sobre el cemento fresco. |
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2º búnker, mucho más deteriorado. |
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"Flores" de otoño |
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Río Siskina (Kumoste), a pocos metros de la surgencia. |
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Interior de la surgencia |
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Boca de salida del río (la foto fue en época seca) |
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Segunda entrada a la surgencia |
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Acumulación de rocas en la segunda boca |
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Rio Siskina aún bajo tierra |
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Interior de la cavidad. Al fondo se ve el resplandor de la boca de salida del río. |
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Este habitante del río encuentra bajo tierra un refugio ideal. |
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Pared interior de la cueva rebosante de fósiles |
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Al fondo, el agua forma un sifón que impide continuar. |
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Grieta al fondo de la cueva que se cierra hasta hacerse impracticable. |